El impuesto sobre las ventas y el impuesto sobre el uso a veces provocan la ira de los propietarios de pequeñas empresas, y a menudo son objeto de debate sobre el comercio interestatal y en línea. La mayoría de los consumidores probablemente saben qué es el impuesto sobre las ventas (hace que lo que compras sea más caro que el precio de venta indicado). Pero parece que hay menos conocimiento sobre lo que es el impuesto de uso. Incluso si no es usted propietario de un negocio, debería familiarizarse con el impuesto sobre el uso, porque es posible que tenga que declararlo en su declaración de impuestos anual.
El impuesto sobre las ventas y el impuesto sobre el uso son ambos “impuestos transaccionales”. Esta es la diferencia: el impuesto sobre las ventas se aplica a la compra de un bien o servicio, mientras que el impuesto sobre el uso se aplica al uso de un bien o servicio por el que no se ha pagado ya el impuesto sobre las ventas. El impuesto sobre las ventas y el impuesto sobre el uso se excluyen mutuamente, por lo que nunca se aplicarán a una transacción al mismo tiempo. Es uno o el otro.
Por supuesto, la cosa se pone un poco más complicada que eso, especialmente si usted es propietario de un negocio. Repasemos las diferencias entre el impuesto sobre las ventas y el impuesto sobre el uso con más detalle, y definamos las situaciones que requieren que pague uno u otro:
El impuesto sobre las ventas es una de las mejores formas de obtener fondos para los gobiernos estatales y locales. Después de todo, el gasto de los consumidores representa $14 billones ($14 trillones en Ingles) de los 21 billones ($21 trillones en Ingles) de producto interior bruto del país.
Un impuesto sobre las ventas es un impuesto que se aplica a la venta de un artículo o a la compra de un servicio. El bien o servicio debe estar sujeto a impuestos; hay muchos productos en cada estado que están exentos de ellos. California, por ejemplo, prohíbe el impuesto sobre las ventas de alimentos, medicamentos con receta, servicios médicos, servicios de transporte y software, entre otros. Otros estados tienen listas muy similares de productos exentos de impuestos.
Pero para la mayoría de los productos que se venden, hay un impuesto sobre las ventas recaudado por los gobiernos estatales y municipales. Primero está el impuesto estatal sobre las ventas. A continuación, el gobierno de la ciudad puede imponer un impuesto sobre las ventas, aunque normalmente se limita a una cantidad menor. Así, si el estado aplica un impuesto del 4% sobre un artículo y la ciudad aplica un impuesto del 2% sobre el mismo artículo, usted pagará un total del 6% de impuesto sobre el producto.
En Estados Unidos, 45 estados imponen impuestos sobre las ventas, así como el Distrito de Columbia y los territorios de Puerto Rico y Guam. Los 5 estados que no imponen un impuesto sobre las ventas a nivel estatal son:
Tome en cuenta que Alaska y Montana sí permiten el impuesto local sobre las ventas. Vea este mapa de impuestos sobre las ventas para conocer la tasa de impuestos sobre las ventas en su estado.
Un estado puede imponer el impuesto sobre las ventas a cualquier vendedor que haya establecido un nexo con el estado. El nexo es cuando un vendedor ha establecido una presencia económica suficiente en el estado para garantizar la obligación de pagar el impuesto sobre las ventas; normalmente, es cuando el vendedor posee una tienda en el estado o vende una determinada cantidad de bienes a personas que viven en el estado.
Cada estado tiene sus propios criterios de nexo. En casi todos los estados, el nexo se establece cuando el vendedor tiene una ubicación física dentro del estado, por ejemplo, si posee una tienda de ladrillo y mortero dentro de las fronteras del estado.
Pero incluso si el vendedor está situado fuera del estado, el nexo puede establecerse a través de las ventas. En Massachusetts, por ejemplo, un vendedor puede establecer el nexo si realiza más de 100 transacciones a compradores que viven allí. En Ohio, la venta de bienes o servicios gravables por valor de más de $150.00 a residentes de Ohio establece el nexo.
Hay un gran debate sobre la legalidad de estas disposiciones. Lo discutiremos un poco más adelante.
Si tiene un negocio en un estado que recauda impuestos sobre las ventas, debe recaudar el impuesto sobre las ventas siempre que:
¿Qué ocurre cuando usted vende un bien o servicio sujeto a impuestos a un comprador de otro estado? En ese caso, deberá pagar el impuesto sobre el uso del vendedor en ese estado, pero sólo si ha establecido un nexo con él. Más adelante hablaremos del impuesto sobre el uso por parte del vendedor.
Hay diferentes tipos de sistemas de impuestos sobre las ventas. Los estados difieren en cuanto a si el impuesto sobre las ventas recae sobre el comprador, el vendedor o la propia transacción. Estas normas son importantes porque determinan quién es responsable del impuesto. Si usted es propietario de un negocio, es importante que entienda su obligación de pagar el impuesto sobre las ventas en su estado o territorio.
En Estados Unidos, hay dos tipos principales de impuestos sobre las ventas:
El “impuesto sobre los privilegios del vendedor” es un impuesto sobre las ventas que recae sobre el vendedor. Técnicamente, es el vendedor el que cobra el impuesto sobre las ventas por cada artículo que se vende, pero el vendedor puede cobrar al comprador un “reembolso del impuesto sobre las ventas”.
Esto es lo importante de los impuestos sobre los privilegios del vendedor: los vendedores pueden absorber el impuesto para el comprador, es decir, el vendedor paga el impuesto sobre las ventas sin cobrar el reembolso al comprador. Los vendedores pueden querer absorber el impuesto sobre las ventas por un par de razones. En primer lugar, los productos pueden venderse a un precio más barato cuando no hay impuesto sobre las ventas, y eso podría dar al vendedor una ventaja sobre sus competidores (hay que tener en cuenta, sin embargo, que algunos estados prohíben la publicidad de la absorción del impuesto sobre las ventas).
En segundo lugar, el vendedor puede querer absorber el impuesto sobre las ventas por razones éticas. En la mayoría de los estados, los productos que están exentos de impuestos suelen ser los que se consideran “necesarios” para la vida. Pero muchos ciudadanos consideran que hay productos esenciales que se gravan cuando no deberían. Por ejemplo, los productos de higiene femenina (sobre todo las toallitas y los tampones para mujeres) están sujetos a impuestos sobre las ventas en muchos estados. Si un vendedor considera que esto es injusto, puede optar por absorber el impuesto sobre las ventas para que el comprador no tenga que pagarlo.
Por supuesto, los vendedores no están obligados a absorber el impuesto. La mayoría de los vendedores, de hecho, cobran el reembolso al comprador.
A partir de 2019, los estados que cobran impuestos sobre el privilegio del vendedor incluyen:
Pero aquí es donde se vuelve complicado. Algunos estados atribuyen la responsabilidad fiscal al vendedor, pero también tienen leyes que prohíben la absorción del impuesto. De las jurisdicciones enumeradas anteriormente, éstas impiden a los vendedores absorber el impuesto sobre las ventas:
Cuando se trata de impuestos, las cosas rara vez son tan simples como parecen.
La gran mayoría de los estados utilizan un “impuesto sobre las ventas al consumidor”. Un impuesto sobre las ventas al consumidor es un impuesto sobre las ventas que recae sobre el comprador y no sobre el vendedor. El estado impone el impuesto al comprador, pero básicamente utiliza al vendedor como agente para recaudar el impuesto y remitirlo al gobierno. El vendedor no puede absorber el impuesto para el comprador ni interferir en él de ninguna manera.
Los impuestos especiales se aplican a determinados productos en el momento de su fabricación, y no cuando se venden. Por ejemplo, California impone impuestos especiales a las bebidas alcohólicas, el cannabis y los productos del tabaco, entre otros. Cabe señalar que el minorista del producto suele incluir el impuesto especial en el precio de compra, lo que podría significar que un paquete de cigarrillos en Nueva York le cueste al consumidor mucho más que en Mississippi, debido a los mayores impuestos especiales.
Antes de que su negocio comience a vender artículos, necesita obtener un permiso de impuesto sobre las ventas del estado en el que opera su negocio. Cada estado tiene un permiso diferente, con diferentes estipulaciones sobre la frecuencia con la que debe remitir el impuesto sobre las ventas. En California, por ejemplo, es posible que tenga que remitir (informar) el impuesto sobre las ventas mensualmente, trimestralmente, semestralmente o anualmente; todo depende de la cantidad de impuesto sobre las ventas que su negocio recaude cada mes.
También es posible que tenga que recaudar el impuesto local sobre las ventas si su negocio está situado en un distrito fiscal local (un gobierno municipal que cobra impuestos sobre las ventas).
Es obligatorio recaudar el impuesto sobre las ventas en las transacciones sujetas a impuestos. Si no recauda el impuesto sobre las ventas, podría perder su permiso de impuesto sobre las ventas en cualquier estado en el que esté vendiendo, y no podrá realizar ventas allí legalmente.
Por no recaudar y remitir el impuesto sobre las ventas, también podría ser objeto de sanciones económicas por parte del estado en el que esté operando. Por lo general, los estados cobran intereses y/o tarifas por la presentación tardía y los pagos insuficientes, y estos puede8n aumentar significativamente el costo. Las sanciones del impuesto sobre las ventas de Pensilvania, por ejemplo, incluyen un 6% de interés sobre los impuestos atrasados.
Si está confundido sobre cómo o cuándo recaudar el impuesto sobre las ventas en su estado, considere la posibilidad de buscar servicios de consultoría de impuestos sobre las ventas. Los expertos en impuestos tendrán un conocimiento muy profundo de sus obligaciones de impuestos sobre las ventas en su estado, y le ayudarán a determinar qué productos o servicios ofrece su negocio sobre los que tendrá que recaudar el impuesto sobre las ventas, y le aconsejarán sobre cómo remitir esos impuestos a la jurisdicción fiscal adecuada.
El impuesto sobre el uso es un impuesto sobre el almacenamiento, el uso o el consumo de un artículo o servicio gravable por el que no se ha pagado ya el impuesto sobre las ventas. El impuesto sobre el uso también puede aplicarse a cualquier artículo o servicio que no se haya comprado pero que se haya utilizado de forma gravable. En la mayoría de los estados, el impuesto sobre el uso se fija al mismo tipo que el impuesto sobre las ventas.
Los impuestos sobre el uso son “autoevaluados”. Eso significa que es responsabilidad del comprador o del vendedor saber cuándo debe el impuesto sobre el uso en una transacción, y debe informar del impuesto sobre el uso a su jurisdicción fiscal y remitir los fondos.
Usted podría estar obligado a pagar el impuesto sobre el uso cuando:
Estos son algunos ejemplos de situaciones en las que tendría que pagar el impuesto sobre el uso.
1. Comprar fuera de su jurisdicción fiscal
Cuando adquiere un bien o servicio en una zona fuera de su jurisdicción fiscal, es posible que tenga que pagar el impuesto de uso a su estado.
Escenario 1:
Supongamos que vive en California y compra un mueble a una empresa de New Hampshire. No tiene que pagar el impuesto sobre la venta de los muebles porque en New Hampshire no hay impuesto sobre la venta. Pero California sí cobra el impuesto sobre las ventas de los muebles. Eso significa que tendrá que declarar el artículo en su declaración anual de impuestos y pagar el impuesto de uso.
Escenario 2:
Usted vive en Maryland y quiere contratar a un contratista para remodelar su cocina. Decide contratar a una empresa de Delaware. Ellos viajan a Maryland y remodelan su cocina, y usted no tiene que pagar el impuesto sobre las ventas por su servicio porque Delaware no recauda el impuesto sobre las ventas. Sin embargo, se trata de un servicio sujeto a impuestos en Maryland, por lo que debe declarar la transacción y pagar el impuesto sobre el uso de Maryland.
Escenario 3:
Usted vive en California y compra software a una empresa de Montana. No tiene que pagar el impuesto sobre la venta del software porque Montana no recauda el impuesto sobre la venta. Tampoco tiene que pagar el impuesto de uso en California, porque el software está exento de impuestos en California.
2. Uso de los bienes gravables
Si hay un artículo sobre el cual no ha pagado el impuesto sobre las ventas, es posible que tenga que pagar el impuesto sobre el uso si utiliza el artículo en una situación gravable.
Escenario 1:
Usted tiene un negocio en California que vende computadoras. Tiene un montón de computadoras en existencia por las que no ha pagado el impuesto sobre las ventas porque aún no las ha vendido. Decide utilizar una de esas computadoras en la oficina, en cuyo caso tendría que pagar el impuesto de uso de California por ella. Como básicamente está utilizando la computadora como si la hubiese comprado, debe pagar el impuesto sobre el uso porque el artículo fue transferido a su posesión y no pagó ningún impuesto sobre las ventas.
Como hemos dicho antes, usted cobra el impuesto sobre las ventas cuando vende un bien o servicio sujeto a impuestos en su estado, o si entrega ese bien o servicio a alguien en su estado. Pero si vende a alguien que vive en otro estado, puede estar obligado a pagar el impuesto de uso del vendedor.
Piense en el impuesto sobre el uso del vendedor como un impuesto sobre las ventas en el comercio interestatal. El hecho de que pague el impuesto sobre las ventas o el impuesto sobre el uso del vendedor depende del tipo de nexo que tenga con el estado al que le vende:
Hoy en día, el impuesto sobre el uso de los vendedores se aplica sobre todo a las ventas en línea.
Cada estado tiene diferentes requisitos sobre cuándo y cómo se debe declarar el impuesto sobre el uso y remitir los fondos a la jurisdicción fiscal correspondiente. Normalmente, la forma de remitir el impuesto sobre el uso es similar a la forma de remitir el impuesto sobre las ventas.
El impuesto sobre el uso es notoriamente difícil de aplicar. El impuesto debe ser autoevaluado por los consumidores, y muchas personas ni siquiera saben que el impuesto sobre el uso existe o deciden no declararlo. Si el comprador o el vendedor no informan de su obligación de pagar el impuesto sobre el uso, el Estado no tiene forma de saber que el impuesto sobre el uso no se ha pagado en una transacción aplicable.
¿Significa esto que debe evitar declarar el impuesto sobre el uso? Por supuesto que no, y sobre todo si usted es propietario de una pequeña empresa. Una auditoría podría revelar los casos en los que no pagó el impuesto sobre el uso, y esto podría dar lugar a problemas legales y graves sanciones fiscales. Recuerde que podría ser seleccionado al azar para una auditoría del IRS, por lo que es importante protegerse a sí mismo y a su negocio siendo siempre transparente sobre su obligación de impuesto sobre el uso.
Si su empresa vende a varios estados, podría estar sujeta a sanciones financieras de cada estado en el que haga negocios. Esto podría dar lugar a enormes tarifas de penalización y tasas de interés que podrían ser catastróficas para una pequeña empresa.
En 2018, los americanos gastaron más de $504 mil millones en línea. El comercio en línea se ha convertido en una parte enorme de la economía estadounidense. Para los estados, lo difícil del comercio electrónico es que muchas transacciones tienen lugar entre un comprador y un vendedor en diferentes estados.
Los gobiernos estatales han respondido ampliando sus definiciones de lo que constituye el nexo. En el pasado, las empresas necesitaban tener una presencia física en un estado para establecer el nexo, pero la mayoría de las normas de nexo modernas permiten a las empresas establecer el nexo a través del comercio electrónico. Esto facilita a los estados la reclamación de impuestos por transacciones fuera del estado.
Pero aplicar el impuesto es una cuestión distinta, especialmente cuando se trata del impuesto sobre el uso. Como ya se ha dicho, muchos consumidores no remiten el impuesto sobre el uso y ni siquiera son conscientes de que existe. Según un estudio del gobierno de Minnesota, sólo el 1,6% de sus contribuyentes declararon el impuesto sobre el uso en 2009, y en ese mismo año sólo Nueva York y California declararon el impuesto sobre el uso sobre los ingresos de más de $5 millones.
Como los estados no han podido recaudar muchos ingresos por el impuesto sobre el uso, han intentado aprobar leyes que les permitan cobrar el impuesto sobre las ventas a los vendedores de fuera del estado. La ley se ha puesto del lado de los gobiernos estatales. En un caso del Tribunal Supremo de 2018, Dakota del Sur contra Wayfair, Inc. , el tribunal dictaminó que los estados pueden cobrar el impuesto sobre las ventas a los vendedores de fuera del estado que venden a sus ciudadanos. Fue una sentencia histórica para el comercio electrónico, e inmediatamente provocó que muchos estados aprobaran leyes de nexo ampliadas.
Algunas grandes empresas, como Amazon, han decidido voluntariamente cobrar el impuesto sobre las ventas en todas las transacciones aplicables. Pero es más difícil para las pequeñas empresas.
Los estados han intentado ser justos con las pequeñas empresas estipulando que el nexo sólo puede establecerse a través de un elevado número de transacciones o ingresos por ventas. Pero si su empresa se dedica a la venta al por menor por Internet, es posible que ahora le resulte increíblemente difícil y tedioso declarar el impuesto sobre las ventas. Cada estado tiene diferentes normas de nexo y tasas de impuesto sobre las ventas, por lo que calcular lo que debe a cada estado, y ya sea que deba algo en absoluto o no, puede ser un gran desafío si está limitado en mano de obra.
Por eso es importante tener un manejo de libros y una contabilidad meticulosos en su empresa (lea nuestro artículo sobre la contabilidad de las pequeñas empresas to learn some great accounting methods). para conocer algunos métodos contables excelentes). Al llevar un registro detallado de sus transacciones, será más fácil averiguar si ha realizado suficientes transacciones/ingresos en un estado concreto como para establecer un nexo y ser responsable del impuesto sobre las ventas. No es mala idea utilizar un servicio de contabilidad digital, como FinancePal , para ayudarle a mantener registros extremadamente precisos.
Es relativamente fácil calcular la cantidad de impuestos sobre las ventas y el uso que debe pagar por una transacción imponible. Estas son las ecuaciones:
“Monto de dinero transferida” significa la cantidad de dinero que se paga o se cobra en una transacción.
Si hay algo que seguramente ha aprendido de este artículo, es que los impuestos son complicados. Por desgracia, la recaudación de impuestos sobre las ventas y el uso va a ser más complicada para las pequeñas empresas a medida que los estados amplíen el nexo de unión en la era post Wayfair.
Si está confundido acerca de cuándo está obligado a recaudar y declarar los impuestos sobre las ventas y el uso, o si necesita ayuda para gestionar la abrumadora cantidad de detalles financieros y legales que necesita para las ventas interestatales, le recomendamos encarecidamente que utilice un servicio de consultoría fiscal o un programa de manejo de libros digital . FinancePal ofrece estos servicios a las pequeñas empresas a precios accesibles. Nos aseguraremos de que su empresa no se encuentre en problemas legales con ninguno de los estados en los que hace negocios, y de que siempre esté remitiendo los impuestos a la jurisdicción adecuada.
Jacob Dayan is a true Chicagoan, born and raised in the Windy City. After starting his career as a financial analyst in New York City, Jacob returned to Chicago and co-founded FinancePal in 2015. He graduated Magna Cum Laude from Mitchell Hamline School of Law, and is a licensed attorney in Illinois.
Jacob has crafted articles covering a variety of tax and finance topics, including resolution strategy, financial planning, and more. He has been featured in an array of publications, including Accounting Web, Yahoo, and Business2Community.
Nick Charveron is a licensed tax practitioner, Co-Founder & Partner of Community Tax, LLC. His Enrolled Agent designation is the highest tax credential offered by the U.S Department of Treasury, providing unrestricted practice rights before the IRS.
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Jason Gabbard is a lawyer and the founder of JUSTLAW.
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